Investigación señala
que el aire cargado de polvo que se respira en el campo protege de padecer
alergias y asma en lugares como las granjas.
El trabajo publicado en Science demuestra que el aire cargado de polvo en las
granjas lecheras evita alergias en niños. La conclusión, obtenida luego de un
ensayo con ratones, se confirma in vitro en células humanas.
Los niños se
protegieron de las alergias debido a la exposición regular a partículas bacterianas
de polvo en las granjas, lo que favoreció a que se aminoraran sus
respuestas inmunológicas inflamatorias. Plantean los científicos, que el polvo
de granja contribuye que la membrana mucosa del interior del tracto respiratorio
responda menos severa a alérgenos como los ácaros de polvo.
Como resultado de este
efecto protector, el estudio señala a una enzima antiinflamatoria, la A20
Las viviendas con animales mascotas, así como las granjas
lecheras –donde los infantes respiran polvo con altas concentraciones de
partículas fúngicas, bacterias derivado de los establos o endotoxinas, es
decir, toxinas existentes en las membranas externas de algunas bacterias–, evitan
las alergias, a pesar de que se desconoce cómo.