Por favor, párese frente a Walklake para su
examen. Este robot de control de salud toma solo 3 segundos para
diagnosticar una variedad de dolencias en los niños, incluyendo conjuntivitis y
enfermedad de manos, pies y boca. Más de 2000 escuelas preescolares en
China, con niños de entre 2 y 6 años, usan Walklake todas las mañanas para
verificar el estado de salud de sus estudiantes.
Walklake tiene un cuerpo cuadrado y una caricatura
sonriente. Antes de dirigirse a las aulas, los niños se paran frente al
robot para un chequeo rápido mostrándoles sus ojos, gargantas…
En caso de detectar algún síntoma el robot
automáticamente emite un aviso al profesor o enfermero de la escuela, según New
Scientist, para que decida si el niño puede continuar en el colegio o si debe
irse a casa.
La tecnología de reconocimiento de imágenes e
inteligencia artificial aplicas a la medicina se está llevando como un método
eficaz en la detención de enfermedades en etapas temprana, y mas pronto de
lo que pensamos a cambiar la industria sanitaria.
Sin embargo el uso del robot Walklake tiene pro y contras
que divide a la opinión pública. ¿Por
qué? Su doble filo: por un lado se cree que reducir la propagación de
enfermedades contagiosas, especialmente en regiones con pocos recursos y
profesionales médicos. Esto sería genial.
La otra cara de la moneda es de quienes consideran su
utilización como una "problema" para la privacidad de que terceras
personas accedan a los datos y a la información obtenida por el robot, según
expertos en ciberseguridad citados por la publicación.
Sin embargo, en China la sociedad ha aceptado el papel
del gobierno como ente vigilante y supervisor.